lunes, 16 de junio de 2014

Etérea

¿De cuántas formas diferentes se puede amar a la misma persona?
Hoy desperté preguntándome los mismo ¿De cuántas formas llegaré a amarte, aún antes de conocerte?

Hoy soñé contigo nuevamente, y desperté más triste que nunca. Aunque aún no te conozco formalmente... y después de tantos años, no estoy segura si realmente existes, o solo eres parte de mis sueños. Perdón por dudarte, pero por favor comprende que es difícil verte en tantas formas, de tantos tamaños y edades, y no dudar de tu existencia...
Pero no, sé que estás ahí. Y sé que un día llegarás.

Una noche te vi en un barco que se hundía. Estabas tan sola, descalza, tan indefensa, tan pequeña! tenías 4 años, y cuando tomé tu mano supe que te quedarías conmigo para siempre, y que yo cuidaría de ti sin que nada más importe.

Luego te vi más pequeño, en un edificio que se quemaba... eras un varón, y tenías 3 años, pero sólo estuviste conmigo un instante, en el sueño sabía tu nombre, pero esa vez no te quedarías conmigo, volverías a tus padres, y me dejaste con un hueco gigante entre los brazos. Pero te vi sonreir, ibas feliz de vuelta a casa. Y yo te sonreí... Es que no importa si es solo un momento, tú estuviste ahí, y eso me hizo sonreir.

Una noche apareciste, nuevamente de 4 años, en una casa de madera... tú jugabas como si fuera lo más normal del mundo, entre ruinas y arañas, hasta que te empezaron a perseguir, te vi correr, con tu larga cabellera al viento, estabas sola ¿cómo una pequeña tan hermosa no tenía a nadie más que la cuidara? y nos tomamos de la mano y nos largamos de ahí, te habría protegido con mi vida para que estuvieras a salvo, y de pronto nada... despertaba sola otra vez.

No recuerdo los sueños anteriores... pero siempre eres la misma, lo sé. Cambias un poco de forma, pero eres la misma.

Anoche volviste más pequeña, casi recién nacida, desnuda y helada entre muchos otros bebés en una pila de hojas secas. Te cuidaba una osa, y te tomé de allí, te limpié y abrigué, y decidí que te quedarías conmigo pase lo que pase, y te abrigué pese a la nieve, con todo lo que podía, te alimenté... y sé que no soñaba, sé que estabas aquí. Amé cada segundo que estuviste conmigo.

¿Sabes? En mis sueños siempre eres tú quien me necesita, pero al despertar soy yo quien te necesita más aún.

Sé que no eras mía, sé que naciste de alguien más, sé que no llevas mi sangre, pero estás ahí, y no te puedo dejar sola. Pude salir del barco sola, pude salir sola de ese edificio en llamas, pude salir sola de la casa de madera, y pude usar la chaqueta para abrigarme yo en medio de la nieve... pero no, en realidad no pude, porque tú estabas ahí. Y me haces querer ser mejor persona, y solo verte me hace querer protegerte.

Y te necesito. Hoy más que nunca te necesito. Entonces

¿De cuántas formas se puede llegar a amar a alguien antes de conocerlo? No lo sé, pero yo te amo. Te recuerdo y te amo de nuevo.  Ven luego ¿si? Te espero.