viernes, 20 de julio de 2018

A medias

Desde que tengo uso de razón todo lo que comienzo, queda inconcluso. De hecho yo misma me siento un ser a medio hacer.
Comencé a ir al taller de música, quería aprender a tocar flauta traversa... 3 clases.
Comencé a ir a taller de teatro... varias entradas y salidas, hasta que terminó el liceo y hasta ahí quedó mi carrera actoral (Dije que lo estudiaría, pero ni siquiera lo puse en las postulaciones de carreras)
Comencé a ir a un taller de ópera, y... la falta de talento y perseverancia hizo de las suyas nuevamente.
Comencé (por segunda vez) a ir a karate, y mi dolor de tobillos y fascitis plantar dejaron mi meta de "ponerme en forma" en solo 3 meses de entrenamiento.

Me pregunto si no fui yo misma quién me saboteó en cada intento, y solo he nombrado cosas pequeñas, triviales... pero mi macabro autodesprecio por mis propios intentos de hacer algo conmigo misma van mucho más allá, el sabotaje, chantaje, chaqueteo y auto abucheo va mucho más hondo, desde las raíces mismas de lo que me constituye. En mis roles, en mis gustos, en mi emocionalidad. Excepto en mis conocimientos, eso sí me lo respeto.

Pero en general, no importa que otro ámbito de mi misma sea el que esté de turno para "subir al columpio" siempre hay una parte negra  y pegajosa, como asfalto interior hirviendo, que dice "No puedes" "No eres suficientemente buena" "En el fondo ambas sabíamos que no lo lograrías" "Ni si quiera se para que te esfuerzas, solo hace que duela más el fracaso" "No importa lo que hagas, siempre el del lado lo hará mejor que tú" "Ni siquiera estas apta para... no sé ¿existir? qué te hace pensar que además puedes hacer esto bien.

Me gustaría terminar diciendo, pero ¡JA! me sobrepongo y demuestro que no es así, porque en realidad, siempre queda demostrado lo contrario, y las veces que sí logro hacer algo, nunca es suficiente, siempre quiero más, siempre siento que pude hacerlo mejor, siempre queda el "si hubiera hecho tal o cuál cosa esto habría sido mejor".
Es el peor sabotaje de todos. El que te chaquetea lo que sí lograste, pero te hace sentir como que no fue victoria del todo.

Pírrico ¿Cónoces esa palabra? Es una victoria en la que se perdió tanto que casi sabe a derrota. De alguna forma se siente así cada pequeña victoria.

Pero ¿Por qué miércale me hago esto a mi misma? Ni idea, quizás me hice algo muy malo en otra existencia y ahora me estoy vengando, o quizá es solo que estoy demente. Probablemente es lo segundo... definitivamente es lo segundo.

Tenía una anédota super buena que pensaba escribir para ilustrar este post, pero como siempre, mejor lo dejo así, como sin terminar.