Es interesante como me terminé convirtiendo en amigo imaginario. Yo era real, sabes? pero de eso hace mucho tiempo.
En realidad no se que tan real me pudieron haber considerado, digo en el fondo era un don nadie. Un nadie sin historia, sin vida y sin futuro.
Supongo que mi vida comenzó el día que morí, no en el sentido que tú conoces de morir, sino más bien un dejarme a mi mismo atrás, y re nacer como "Mr. Furry Ears". Agatha fue quien me puso ese nombre (No es Agatha Christie, obviamente. O esta historia sería más rara de lo que ya me parece).
Agatha es mi persona. En realidad, no me la asignaron, me la asigné yo solo un día. Fue un escándalo en el sindicato de amigos imaginarios ¿Pero qué más podía hacer? Ella estaba sola, y me necesitaba... yo por otro lado, nisiquiera existía tecnicamente hasta que ella me hablo.
Fue mágico, fue como volver a existir ¡¡Ella me veía!! y hasta me hablaba.
¿Que como es ella? ojos marrones enormes, como un sol de café, su cara está salpicada de chispas de chocolate, no pasa de los 5 años, tiene una imaginación inagotable, y es la amabilidad en persona.
Me habló para pedirme si le devolvía su balón, que había caído a mis pies. Yo estaba sentado solo y taciturno en una banca en un parque, sintiéndome más invisible que nunca, más inexistente y más inútil que nunca. Creo que había bebido un poco, 2 o 3 botellas (eso era poco para mi) olía a que no tomaba un baño en días (y así era), mi ropa eran andrajos, y ni siquiera estaba seguro cómo llegué a esa banca. Y ahí estaba ella mirándome con esos ojos enormes, y su cara llena de pecas. Y no me miraba con miedo, sino con curiosidad, me dijo señor orejas peludas ¿me da mi balón? Yo estaba confundido, esa enana me llamó señor orejas peludas, y a mi no me pareció ofensivo, sino lo más tierno, gracioso y delicioso que hubiera oído jamás. Le entregué su balón, la tomé de la mano y la llevé donde su mamá. Es una mujer muy amable, es madre soltera y ha criado sola a esta pequeña.
Ella le dijo ¿Con quién hablas Agatha? y ella dijo con un inglés tan malo, que me pareció aún más gracioso el nombre que me dió "Mr. Furry Ears" a lo que su mamá solo arqueó las cejas, sonrió y dijo ¿Es tu nuevo amigo? Y Agatha asintió.
Aún no entiendo bien que pasó, lo último que recuerdo es haber llegado al parque hecho un revoltijo de humano, recuerdo mucho frío, recuerdo quedarme dormido maloliente y borracho en medio de la lluvia, no quería despertar al otro día. Pero lo hice, y Agatha estaba ahí... Y solo ella podía verme. Asumo que morí esa noche, pero eso no me asusta, ni me incomoda, ni me entristece, porque en realidad fue lo mejor que me pudo pasar. Porque al otro día desperté, y ya no era yo, era Sr. orejas peludas.
Hoy Agatha cumplió 11 años, y la trajeron al "loquero" dicen que ya es muy grande para seguir siendo mi amiga. Yo la espero aquí afuera, puede que sea privado lo que le tienen que decir, puede que le digan que me tiene que dejar, y no quiero estar ahí para oír eso. Ella está allí adentro y yo aquí afuera la espero... Como la esperé supongo en el parque, aunque no sabía que ella iba a llegar.
Lo extraño es que aquí afuera, en este frío pasillo, es como volver a dormir bajo la lluvia. Que angustiante es esta espera. Es como esperar el veredicto para la silla eléctrica, donde estás a un sí o un no, de dejar de existir.
La puerta se abre al fin, sale la madre primero ¡Que larga espera!; y ella aún de espaldas se despide del juez, perdón, quise decir "loquero".
Me mira y con la cabeza dice no, apenas un gesto disimulado. Y luego habla con su mamá, como si yo ya no estuviera ahí. Y sé que es hora.
No se si esta vez de verdad dejaré de existir, pero sí se que los años que estuve con ella, fueron los únicos que viví realmente. Pienso volver al parque... y esperar ahí quizá a su hija, o hijo. No se si un día llegue, pero no sé que más hacer. Solo fue un gesto disimulado con la cabeza, pero fue tan definitivo, aplastante y absoluto... ¡En fin! Solo queda esperar. Y lo haré en ese banco, nuestro banco.
martes, 29 de julio de 2014
lunes, 28 de julio de 2014
Lluvia de ideas sin sentido
-El problema con declararse amante de la música, es que es una dama muy promiscua... básicamente todos
se declaran su amante, y como que me da miedo las enfermedades que podría traer... seguramente así nació el reggetón... ha de ser una enfermedad venérea de esa suripanta
-Otro problema conmigo es que tengo ciertas fijaciones, no dejes la tapa arriba, no pises las líneas, siempre mira el mismo cartel, lávate las manos 8 mil veces mientras cocinas, fijate 3 veces que cerraste la puerta, revisa 3 veces que sacaste las llaves, pon cara de borrego... y sip, se te quedaron las llaves adentro igual ¬¬ Quizá no es fijación, quizá es mi subconciente diciéndome "idiota, se te quedan las llaves aunque te hice revisarlas 3 veces"
-Qué no daría por volver a comenzar!
-El problema con declararse amante de la música....
-No me refería a eso!
-Pero si tú dijiste que querías recomenzar, no?
-Déjalo así... mejor seguimos con esto otro día.
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