¿Has sentido alguna vez cuando despiertas, que tu sueño fue tan real, tan potente que es como si hubiese sido parte de tu vida?
Hoy les quiero hablar de José... o Pepe, alguien que amé en un sueño, y fue tan real... un gran amor, pero como los grandes amores, terminó muy mal. Quizá un amor para perdurar debe ser paulatino, suave y constante. Si es explosivo y voluntarioso, está destinado al fracaso.
Hoy desperté con ese sentimiento de vacío de haber perdido a alguien, y no quiero olvidar la historia de Pepe.
Estaba como cualquier día en la universidad de España (por cierto, jamás he ido a España) y me encontraba con un viejo amigo en el pasillo, Danko. Entramos a un saló de clases grande, blanco, bien iluminado y con grandes ventanas con marco de madera.
Esa mañana mi abuelo le había regalado a mi hermano pequeño (el menor de los varones) una mini moto de 3 ruedas roja, que había encontrado medio desarmada y él la reparó y la pintó, y se la pasó "para que saliera a hacer sus maldades con estilo" y se reía, y todos nos reímos con él (mi abuelo nunca conoció a mi hermano porque murió meses antes que él naciera.
Había sido una buena mañana, y yo realmente estaba de buen humor.
Paty, una vieja amiga, nos invita a mis hermanas y a mi a ir a su casa a preparar dulces, y le digo que aún me quedaban de mi cumpleaños (el que había sido casi hace un mes), pero yo abría un horno eléctrico pequeño y sacaba un merengue relleno y me lo comía y le decía, pero si están buenos! Todas nos reímos, ellas me dicen asquerosa, yo las persigo con mi merengue aún en la mano, y más allá hay alguien más que se ríe de nuestro momento de amigas, un varón, no lo veo, pero asumo que es un compañero de clases.
Empieza la clase, y no presto ninguna atención así que básicamente no sé si soy la alumna, la profesora o la ayudante. Es posible que ayudante, porque no me tocó dar la clase y daba lo mismo si escribía o no.
Termina. Salgo del salón y me paseo por largos pasillos bien iluminados, que dan a los costados con un campus lleno de árboles (solo una vez estuve en un lado así y fue la Universidad de los Andes), daba gusto estar ahí, me sentía alegre en ese lugar, y fui a una pequeña oficina. Un pequeño cubículo con medias paredes y vidrios. Hablo con un sujeto simpático, de mediana edad simpático, entrego unos papeles que debía haber entregado y nos reímos. Me voy y sigo caminando, Danko (con el que ya me había encontrado antes) me entrega un papel, un mensaje anónimo simple, algo así como "Eres preciosa". Me encanta! solo me hace aún mejor la mañana.
Pasan los días y siguen llegando mensajes, le pregunto a mi amigo quien es, y no hay respuesta. Le respondo los mensajes, y comienza una linda amistas por correspondencia. siguen pasando los días y necesito aceptar que no es "solo inocente amistad" le gusto, y me gusta, pero no lo he visto.Creo que es hora de vernos.
Nos vamos a juntar en una de las salas, cuando llego hay una reunión de profesores, y afuera está esperando el psicopedagogo. Adentro hay un profesor de unos 50 años, es alto, su piel blanco/rosada está mejor cuidada que la mia, se mantiene en forma, si no fuera por las canas ni siquiera notarías su edad. A menos que hables con él... la cultura hecha persona. Siempre he amado hablar con personas cultas, pero me cohibe un poco, siempre termino pareciendo una niña tonta. También hay 2 profesores más, uno bajito y macizo, de pelo entre cano y bigote negro, y un profesor de unos 70 y tantos, tan alto como el primero, completamente cano y arrugado, blanco amarillento, la nariz corvada y sonrisa de viejito bonachón, paso preguntando por... ¿Debería decir "Pepe"? Quizá ni si quiera se llama así. Siento la horrible necesidad de salir corriendo, debería ir y preguntarle a Danko si de verdad se llama así ¿Y si no era una buena idea juntarnos?
Los profesores me ven confundida e hiperventilada, digo incoherencias, patizamba, torpe, me tropiezo y boto algunas cosas, ellos rien muy divertidos, en la carrera de salida me tropiezo con la mesa del psicopedagogo, un hombre delgado, moreno, callado, mirada de perrito abandonado, sonríe timidamente y me ayuda a recoger sus cosas y salgo volvando.
Bueno, ya fue, ya no nos juntamos. Pienso mientras hablo con mi amigo, y él no sabe que decirme.Pasan los días. Me vuelve a escribir, no se si quiero responder. Respondo, al fin y al cabo en realidad él no hizo nada malo, ni siquiera se si es su nombre real. Pero ya no es igual... ya era.
Sigo yendo a la universidad, pero ya nada es igual, ya no me veo tan feliz. Encuentro botado un papel con esa letra que ya conocía. No recuerdo que decía, pero no era algo bueno.
Voy donde mi amigo y le pido que me diga de una vez quien es "Pepe" y si acaso no es que era él mismo., jura que no. Vuelvo a la sala donde estaban los profesores y están los 3 conversando. Le hablo sobre algún tema de las cartas al profesor culto... no tiene idea, él tampoco es. Descarto los otros 2... Esperen ¿y la persona que estaba afuera la otra vez? No está esta vez. Me dicen que se fue, ya no trabaja más ahí.
Eso era! el último papel era una despedida. Lo dejo ser.
Bajo a caminar por el pasto y llego casi a la salida. Una gran vaya de madera alta, con un portón. Un auto se detiene, un niño me dice "Profesora" (ah! era profesora allí yo tambien al fin y al cabo) "Profe, le vengo a avisar que me voy" miro afuera y hay un auto con una señora, una anciana (seguramente la madre de la señora que conduce) y 3 niños sentados atrás. "El niño me da 2 billetes de $1.000 y me dice "Dice mi papá que es para la campaña que estaban haciendo. Nos vamos porque mi mamá se enojó con mi papá por unas cartas" Y lo entiendo todo. Ese niño es el hijo del psicopedagogo. La mamá se molesta por lo que dijo y alcanzo a gritar antes que se vayan que está bien, que de todos modos yo le iba a preguntar porque esas cosas se escriben en el libro de clases. Es mentira, ella lo sabe, y yo se que lo sabe. Se van.
Tiro los billetes.
Pasan los años, me estoy por casar con alguien más. Estoy parada fuera de la puerta de una casa con una careca de madera, y un pórtico muy gringo. Mi papá me abraza y me dice que se alegra tanto que haya seguido con mi vida como debía ser, y que quedaba atrás todo lo de "Pepe"... Hace tiempo nadie lo nombraba. Me da tristeza, pero ya no tanta como antes.
Ya casi llegó el momento, ya no queda nada para la boda. Y casi como consecuencia de que lo volvieran a mencionar, encuentro uno de los billetes que arrojé tiempo atrás. "Perdóname preciosa" y más cosas que no se me dió la gana leer.
Me caso, y sigo adelante.
Años más tarde, me encuentro con ese alumno de hace años atrás, me cuenta que su papá José murió. Estaba enfermo... cáncer de algo. Pero siento que con él, todo el pasado murrió. Fue la última vez que lo lloré.
Al fin la historia de Pepe se había ido.
Finalmente desperté con tanta tristeza. Jamás en mi vida he visto a ese hombre, jamás he vivido algo así (gracias al cielo!). Pero por alguna extraña razón, sentí que debía escribir la historia de Pepe. Quizá después de todo sí merecía una despedida.
DESVARÍOS Y DIVAGACIONES VARI@S
sábado, 13 de octubre de 2018
viernes, 20 de julio de 2018
A medias
Desde que tengo uso de razón todo lo que comienzo, queda inconcluso. De hecho yo misma me siento un ser a medio hacer.
Comencé a ir al taller de música, quería aprender a tocar flauta traversa... 3 clases.
Comencé a ir a taller de teatro... varias entradas y salidas, hasta que terminó el liceo y hasta ahí quedó mi carrera actoral (Dije que lo estudiaría, pero ni siquiera lo puse en las postulaciones de carreras)
Comencé a ir a un taller de ópera, y... la falta de talento y perseverancia hizo de las suyas nuevamente.
Comencé (por segunda vez) a ir a karate, y mi dolor de tobillos y fascitis plantar dejaron mi meta de "ponerme en forma" en solo 3 meses de entrenamiento.
Me pregunto si no fui yo misma quién me saboteó en cada intento, y solo he nombrado cosas pequeñas, triviales... pero mi macabro autodesprecio por mis propios intentos de hacer algo conmigo misma van mucho más allá, el sabotaje, chantaje, chaqueteo y auto abucheo va mucho más hondo, desde las raíces mismas de lo que me constituye. En mis roles, en mis gustos, en mi emocionalidad. Excepto en mis conocimientos, eso sí me lo respeto.
Pero en general, no importa que otro ámbito de mi misma sea el que esté de turno para "subir al columpio" siempre hay una parte negra y pegajosa, como asfalto interior hirviendo, que dice "No puedes" "No eres suficientemente buena" "En el fondo ambas sabíamos que no lo lograrías" "Ni si quiera se para que te esfuerzas, solo hace que duela más el fracaso" "No importa lo que hagas, siempre el del lado lo hará mejor que tú" "Ni siquiera estas apta para... no sé ¿existir? qué te hace pensar que además puedes hacer esto bien.
Me gustaría terminar diciendo, pero ¡JA! me sobrepongo y demuestro que no es así, porque en realidad, siempre queda demostrado lo contrario, y las veces que sí logro hacer algo, nunca es suficiente, siempre quiero más, siempre siento que pude hacerlo mejor, siempre queda el "si hubiera hecho tal o cuál cosa esto habría sido mejor".
Es el peor sabotaje de todos. El que te chaquetea lo que sí lograste, pero te hace sentir como que no fue victoria del todo.
Pírrico ¿Cónoces esa palabra? Es una victoria en la que se perdió tanto que casi sabe a derrota. De alguna forma se siente así cada pequeña victoria.
Pero ¿Por qué miércale me hago esto a mi misma? Ni idea, quizás me hice algo muy malo en otra existencia y ahora me estoy vengando, o quizá es solo que estoy demente. Probablemente es lo segundo... definitivamente es lo segundo.
Tenía una anédota super buena que pensaba escribir para ilustrar este post, pero como siempre, mejor lo dejo así, como sin terminar.
Comencé a ir al taller de música, quería aprender a tocar flauta traversa... 3 clases.
Comencé a ir a taller de teatro... varias entradas y salidas, hasta que terminó el liceo y hasta ahí quedó mi carrera actoral (Dije que lo estudiaría, pero ni siquiera lo puse en las postulaciones de carreras)
Comencé a ir a un taller de ópera, y... la falta de talento y perseverancia hizo de las suyas nuevamente.
Comencé (por segunda vez) a ir a karate, y mi dolor de tobillos y fascitis plantar dejaron mi meta de "ponerme en forma" en solo 3 meses de entrenamiento.
Me pregunto si no fui yo misma quién me saboteó en cada intento, y solo he nombrado cosas pequeñas, triviales... pero mi macabro autodesprecio por mis propios intentos de hacer algo conmigo misma van mucho más allá, el sabotaje, chantaje, chaqueteo y auto abucheo va mucho más hondo, desde las raíces mismas de lo que me constituye. En mis roles, en mis gustos, en mi emocionalidad. Excepto en mis conocimientos, eso sí me lo respeto.
Pero en general, no importa que otro ámbito de mi misma sea el que esté de turno para "subir al columpio" siempre hay una parte negra y pegajosa, como asfalto interior hirviendo, que dice "No puedes" "No eres suficientemente buena" "En el fondo ambas sabíamos que no lo lograrías" "Ni si quiera se para que te esfuerzas, solo hace que duela más el fracaso" "No importa lo que hagas, siempre el del lado lo hará mejor que tú" "Ni siquiera estas apta para... no sé ¿existir? qué te hace pensar que además puedes hacer esto bien.
Me gustaría terminar diciendo, pero ¡JA! me sobrepongo y demuestro que no es así, porque en realidad, siempre queda demostrado lo contrario, y las veces que sí logro hacer algo, nunca es suficiente, siempre quiero más, siempre siento que pude hacerlo mejor, siempre queda el "si hubiera hecho tal o cuál cosa esto habría sido mejor".
Es el peor sabotaje de todos. El que te chaquetea lo que sí lograste, pero te hace sentir como que no fue victoria del todo.
Pírrico ¿Cónoces esa palabra? Es una victoria en la que se perdió tanto que casi sabe a derrota. De alguna forma se siente así cada pequeña victoria.
Pero ¿Por qué miércale me hago esto a mi misma? Ni idea, quizás me hice algo muy malo en otra existencia y ahora me estoy vengando, o quizá es solo que estoy demente. Probablemente es lo segundo... definitivamente es lo segundo.
Tenía una anédota super buena que pensaba escribir para ilustrar este post, pero como siempre, mejor lo dejo así, como sin terminar.
martes, 20 de febrero de 2018
Por algo se empieza
Hace tanto tiempo no escribo aquí, que me siento como si estuviera aprendiendo a escribir nuevamente. Siento como si no tuviera nada que decir, no se me ocurre como comenzar, las ideas que tenía se han esfumado y aquí estoy. Sentada frente al teclado, sintiéndome sola, vacía y absurda.
¿Qué tienes tan importante que decir para que merezca ser leído? He ahí la real pregunta.
Porque siento que una página en blanco (aún una digital) es tan hermosa, que solo merece la pena el utilizarla, si lo que tienes que decir es bello, o importante, o trascendente o al menos medianamente interesante. Pero ¿Qué tengo yo?
A veces siento que mi interior hierve como un caldero repleto de insectos coloridos y brillantes, algunos más oscuros, algunos manchados, algunos blancos como nieve, algunos negro como la noche más oscura, pero cada uno con su propio caldero ebullendo en su interior. Como un carnaval dentro de otro carnaval. Y de pronto decido volver a sacar partes de mi alma y plasmarla en palabras, y el movimiento interno se acalla, se apagan las luces, los insectos se esconden, y quedo sola en medio de la pista. Como el presentador abandonado por los artistas de un circo, intentando patéticamente sacar adelante un show el solo.
Entonces, te pregunto otra vez ¿Qué tienes de bueno que decir para que merezca la pena ser leído?
Y cual mendigo, con mi ropa interna hecha girones, con la cara interna sucia y demacrada, con los zapatos de mi interior gastados de tanto deambular, sin abrigo en el alma para cubrirme del frío exterior... de ese frío que el abrigo externo no alcanza a filtrar, de ese frío que atraviesa ambos mundos, y pasa de mi exoesqueleto directamente a congelar hasta el último resquicio de mi alma.
Tercera y última vez que pregunto ¿Qué diablos tienes de bueno que decir que merezca la pena ser leído?
Y de pronto como si se dejara la vida en ello, el mendigo interior se levanta, se pasa una manga por la cara, no le importan sus harapos, sus ojos cobran vida, se sublevan, recuperan una dignidad que creyó extiguida. Se quita los zapatos, se quita los andrajos, se presenta orgulloso y desnudo, con un halo de rebeldía que le devuelve el amor propio, y sin más grita
¿Qué tienes tan importante que decir para que merezca ser leído? He ahí la real pregunta.
Porque siento que una página en blanco (aún una digital) es tan hermosa, que solo merece la pena el utilizarla, si lo que tienes que decir es bello, o importante, o trascendente o al menos medianamente interesante. Pero ¿Qué tengo yo?
A veces siento que mi interior hierve como un caldero repleto de insectos coloridos y brillantes, algunos más oscuros, algunos manchados, algunos blancos como nieve, algunos negro como la noche más oscura, pero cada uno con su propio caldero ebullendo en su interior. Como un carnaval dentro de otro carnaval. Y de pronto decido volver a sacar partes de mi alma y plasmarla en palabras, y el movimiento interno se acalla, se apagan las luces, los insectos se esconden, y quedo sola en medio de la pista. Como el presentador abandonado por los artistas de un circo, intentando patéticamente sacar adelante un show el solo.
Entonces, te pregunto otra vez ¿Qué tienes de bueno que decir para que merezca la pena ser leído?
Y cual mendigo, con mi ropa interna hecha girones, con la cara interna sucia y demacrada, con los zapatos de mi interior gastados de tanto deambular, sin abrigo en el alma para cubrirme del frío exterior... de ese frío que el abrigo externo no alcanza a filtrar, de ese frío que atraviesa ambos mundos, y pasa de mi exoesqueleto directamente a congelar hasta el último resquicio de mi alma.
Tercera y última vez que pregunto ¿Qué diablos tienes de bueno que decir que merezca la pena ser leído?
Y de pronto como si se dejara la vida en ello, el mendigo interior se levanta, se pasa una manga por la cara, no le importan sus harapos, sus ojos cobran vida, se sublevan, recuperan una dignidad que creyó extiguida. Se quita los zapatos, se quita los andrajos, se presenta orgulloso y desnudo, con un halo de rebeldía que le devuelve el amor propio, y sin más grita
¡¡¡NO ME IMPORTA!!! ¡YA NO ESCRIBO PARA TI, SINO PARA MI!
Y con esa dignidad solemne se da media vuelta y se va. Y mi vida interna y la externa se unen, se mezclan, y se confunden.
Al fin y al cabo escribir desde siempre ha sido un acto de rebeldía, y hoy me rebelo a escribir pensando en lo que tú quieres leer, sino me presento orgullosa y desnuda porque escribo lo que soy, y no lo que quieres que sea.
domingo, 18 de octubre de 2015
Tarde pero llega. Mi Catarsis.
Hace 3 días mi bebita, cumpliste 5 meses, y creo que recién estoy preparada para hacer al fin mi catarsis. Para ser sincera no ha sido fácil, y aunque (por obligación) he tenido que contar la historia mil veces, no la hizo más fácil.
Esperamos muchísimo por tí, y los 9 meses que llevó a tu llegada fueron poco menos que idílicos. Nisiquiera sufrí de nauseas ni casi ningún malestar (fuiste amable conmigo), pero pesabas! oooogh mi barriga era enoooorme!
Era tan emocionante escuchar tu corazón en cada control. significaba que estabas bien, que cada vez faltaba menos para que llegaras, y que también nos estabas esperando.
Tenía tantas esperanzas de que todo iba a ser un cuento de hadas.
En fin! al fin llegó el momento, o eso creí. La verdad es que 2 veces nos hiciste creer que venías, pero no. Y con tu papá anotamos en muchas hojas un conteo interminable de la hora exacta en la que me daban contracciones. Sí duelen, pero no era tan terrible como pensé (pujar sí es horrible).
Y el día del parto lo idílico ya no lo fue más. A las 2 de la madrugada ingresamos a la clínica con labor de parto, pero no dilataba lo suficiente para que salieras, y la matrona tuvo que romper la bolsa como a las 4 o 5 de la madrugada.
Al final como a las 6 de la mañana empezaron las contracciones de verdad, y después de un rato de dolor llegó el anestecista, y en mi vida, hasta ese momento, nunca había amado tanto a un desconocido.
Pujé mucho, pero no era suficiente la fuerza. Resulta que eras enorme (cosa que ya sabíamos del último contol que tuvimos antes que nacieras), pero como el doctor y la matrona insistieron tanto en que podías nacer por parto natural y yo no estaba tan segura, les seguí el amén, y al final también yo me convencí que era lo mejor. ¿lo mejor para quién? ¿Según quien? ¿Por qué nos tratan de convencer que el parto natural es siempre lo mejor pese a todo? ¿por que los defensores de 'lo natural' se sienten con el derecho a cuestionar o invalidar la decisión de una cesárea? ¿dónde estuvieron los defensores de 'lo natural' cuando yo te tenía que ir a ver a la clínica? en fin... me estoy adelantando.
Cerca de las 8 de la mañana se asomó tu cabecita al canal de parto al fin! luego de 2 o 3 buenas pujadas (antes de eso la matrona con la mano te intentaba sacar y tú te devolvías, hiciste eso un montón de veces) pero como eras una bolita enorme tus hombros se atascaron.
El doctor pudo haber determinado hacer cesárea... pero resulta que el doctor aún no llegaba, y no llegó hasta mucho rato después.
Naciste 10 minutos antes de las 9 de la mañana, y aún me pregunto ¿Por qué el doctor no estuvo ahí cuando debía estar? ¿Por qué la matrona no decidió por su cuenta? ¿Por qué no te sacaron en cuanto asomaste y me hicieron aguantar para no pujar? (lo que por cierto duele más que pujar) ¿Por qué nadie me dijo que eso no era lo que se supone que debía estar pasando, que algo no iba bien? Te prometo bebé, que intento no pensar en eso, que hago todo lo posible por perdonar y olvidar... pero de vez en cuando aún recuerdo, y me duele el pecho, se me aprieta, se me hace un nudo en la garganta, me dan ganas de llorar, de gritarles. No tenían ningún derecho. Les confié lo más importante que tengo en el mundo... y no estuvieron a la altura.
Finalmente "en su inmensa misericordia" el doctor se dignó a aparecer, y ya todo estaba complicado. Tuvo que sacarte con forceps (unos fierros horribles que deformaron tu cabecita y te hicieron daño, pero al menos te lograron sacar).
Tu papá no me deja ver el video del parto, porque sabe que me hará mal verlo... pero te confieso que hace una semana me armé de valor y lo vi en secreto. Tu papi tenía razón.
Saliste tan inerte, tan sin color, tan No como las guaguas que muestran en las películas. Con dos vueltas del cordón a tu cuello (¡¿Por qué diablos no estaba ahí el doctor para ver que venías con el cordón y decidió la dichosa cesárea?!).
En el video me veo tan normal hablando, pero esa no es la verdad. La verdad es que estaba aterrada. Parecías muerta, no te movías, no llorabas ¿No lloran las guaguas cuando nacen? No una con apgar 2. 2 miserables puntos que te separaban del bebé que murió en la sala de al lado, pero 2 puntos a los que aferrarte, a los que aferrarme.
Salí de ahí y no te pude volver a ver, no hasta mucho después. Y pensar que quería parto natural porque me dijeron que así te pasan al bebé más rápido que con cesárea.
Me llevaron a recuperación de anestesia, y dormí, dormí mucho. Llevaba 3 epidurales en el cuerpo, y estaba agotada.
Cuando desperté y me llevaron a la pieza, no estabas ahí, y no estuviste jamás. Era una mamá sin guagua. La joven de la cama de al lado tuvo cesárea, y ella si tuvo a su guagua esa misma tarde, y yo no. Tú estabas en neonatología, en una incubadora, con una sonda... cuando imaginé nuestro primer día juntas nunca me imaginé esto, nadie podría.
A las 11 me dijeron que era horario de visita y que si me sentía bien podía irte a ver, y obvio que dije que me sentía bien (lo que en realidad no podía ser más ajeno a la verdad). Obviamente terminé desmayándome en el baño, y no me dejaron ir a verte. Solo tu papá pudo conocerte despierta (o algo así).
en la tarde recién pude levantarme, pero aún me sentía muy mal, así que le pedí ayuda a tu papá para parecer mejor de lo que estaba, y él me llevó del brazo, y por el otro lado me apoyaba en el fierro del suero, y llegué a verte, pero tuve que ir a acostarme casi al tiro, no me pude quedar porque sentí que me iba a desvanecer nuevamente.
Y seguí llendo a verte los 2 días que estuve hospitalizada igual que tú, y luego del alta otra semana más, a las 10 para darte leche, a las 11 con tu papá,. y a las 5 los dos otra vez y luego me quedaba sola para darte leche. ¡Que horrible tratar de darte leche! no podías tomar el pecho, y costaba un mundo darte mamadera, porque no sabías succionar muy bien. al menos eso sí lo aprendiste, pero el pecho... no pudiste nunca. Y las dos nos frustábamos, y al final las dos llorábamos. Y lloré mucho tiempo después.
No te imaginas lo horrible que es aún cada vez que te llevo al doctor, enfermera, nutricionista o quien sea, cuando me hacen la dichosa pregunta "¿Y toma pecho?" "¿Y por qué no le da?" en serio creen que yo te negaría darte el pecho? Lo intenté tanto bebé! no te imaginas lo que pasamos las 2 con el famoso tema, y cómo me duele cada vez que me salen con el sermón de la lactancia materna y cómo te daño al no amamantarte, y los beneficios que te niego al no darte pecho. Como si lo hiciera porque quiero, como si quisiera que fueras más propensa a enfermarte, como si hubiera querido negarte el apego. ¿Quienes se creen los que juzgan y critican? Ni se imaginan el daño que me hacían. Y después solo estaba tu papito al lado mío para consolarme cuando yo lloraba con mucha pena, no estaban los "férreos defensores de la teta". Al menos hubiera sido más fácil si solo fuera gente que no conozco, profesionales de la salud fanatizados o mamás que se creen más amigas mías de lo que somos en verdad, no. Era también gente cercana, gente que quiero, gente de la que solo necesitaba su apoyo. El silencio a veces puede ser más sanador que mil palabras.
Yo esperaba que a medida que crecieras, se te hiciera más fácil, aprendieras a succionar, y podrías mamar. Pero bueno, aquí estamos. 5 meses después y sigues sin tomar pecho, y lo que en un momento fue una fuente llena de vida esperando por tí, hoy son 2 tristes recuerdos de lo que nunca pasó. De lo que tanto esperé (es que quería tanto poder amamantarte!) un doloroso recuerdo de lo que nunca pasará.
Estuviste 10 días en neonatología. 10 largos largos largos días. A veces quería solo sacarte de ahí y salir corriendo, y solo tu papá me mantuvo cuerda. Eso y el hecho de que los cables y vías me lo impedían... esas vías. Como odio esas vías! eran las que te mantenían medicada, lo que a la vez evitaban las mioclonías y te mantenían dormida. Eras literalmente una bella durmiente.
Durante el parto me hicieron una episotomía (osea, me rajaron) para meter el forcep, y como nunca pude hacer reposo porque te iba a ver sagradamente 2 veces al día, todos los días, se me abrió la herida 2 veces, y me tenían que volver a coser. Una vez más odié al médico.
Durante el parto me hicieron una episotomía (osea, me rajaron) para meter el forcep, y como nunca pude hacer reposo porque te iba a ver sagradamente 2 veces al día, todos los días, se me abrió la herida 2 veces, y me tenían que volver a coser. Una vez más odié al médico.
En una de las primeras visitas dijeron que presentabas mioclonías, y cuando mencionaron las mioclonías, me dijeron que era ese movimiento en tus manitos, con el tiempo entendí que ese movimiento era actividad epiléptica producto de la hipoxia al nacer, producto de la negligencia. Y nuevamente me entra la pena y la rabia. Hasta el día de hoy (y probablemente por mucho tiempo) tomas 2 medicamentos, cada uno 2 veces al día, para mantener bajo control la actividad.
En esos 10 días te hicieron cuanto exámen se pudo, de sangre, orina, electroencéfalogramas, scanner, resonancia magnética.
Había días buenos y días malos.
-Un día bueno fue cuando me dijeron que todos los exámenes de sangre y orina estaban buenos y no tenías riesgo vital.
-Un día malo fue cuando me dijeron que la resonancia mostraba zonas blancas en tu cerebro, que significaba que había daño porque no llegó óxigeno. Ahora estamos a la espera de una segunda resonancia para ver si el daño sigue ahí y es permanente, y ver qué problema podría traerte. (¿Por qué una niña que venía sana debe estarse haciendo tanto exámen? ¿Por qué tus bracitos tienen que ser pinchados cada mes para controlar el nivel de medicamento en la sangre si venías bien? ¿Cómo es posible que tengas que pasar por tanto siendo tan pequeñita?).
-Un día bueno fue cuando al fin abriste un poquito los ojos
-Un día malo fue cuando leí los efectos adversos de tus medicamentos y descubrí que produce problemas de sueño, cambios de humor, depresión e incluso se reportaron suicidios. (¿Por qué una bebé de pocos días debe tomar medicamentos así? a lo más debería estar dándote vitaminas, hierro y sería! no psicotrópicos).
Cada mes te llevo al neurólogo, te llevo al kinesiólogo, me preocupo de pedir la recta y retirar en el hospital tus medicamentos ¡Pero eso no es lo que debería hacer por un bebé! de todo lo que planeé o soñé, esto no formaba parte. Quisiera no pensar en eso, en serio que quisiera, y me lo digo, y lo converso con mi papá. Pero la verdad es que lo pienso, y además de la carga emocional de esos pensamientos, viene la carga de la culpa por pensarlo.
Tenía tanto miedo que nunca purieras afirmar tu cabecita, que nunca llegaras a balbucear, que no te puedas sentar, aprender a hablar, caminar, en fin. Todas esas eran posibilidades. Imagina nuestra felicidad cada vez que logras hacer algo nuevo. Todo te lo celebramos! tanto yo, tu papá como tus abuelos.
Pero estás creciendo normal, demostrándole a todos que eres una luchadora. que eres más grande que cualquier negligencia, que eso no te define. Demostrándome que la vida sigue, y hay que seguir a la par, y que yo tengo que estar a tu altura, que ya es mucho decir.
Esa es parte, gran parte de mi catarsis. Solo necesitaba desahogarme. Sacar lo malo para que entre lo bueno, ahora sólo me queda seguir llenándome de tí. Con tu papá hacemos lo mejor que podemos, es difícil, pero por tí, mi vida, por ti todo vale la pena.
lunes, 6 de abril de 2015
Circulo vicioso
Cual es el punto de intentar seguir intentándolo cuando has fallado ya tantas veces en el intento que sabes que fracasará no más comenzar??
Cuál es el punto de querer salir a flote en un bote pinchado hasta ser colador?
Cuál es el sentido de seguir mirando a la serpiente comerse su cola por horas infinitas?
A quién le importa que lo sigas intentando si el resultado siempre es igual?
Y por último qué sacamos con además cuestionarlo si al final el despropósito es tan inmenso que se traga toda posible respuesta que pudieras encontrar.
Cuál es el punto de querer salir a flote en un bote pinchado hasta ser colador?
Cuál es el sentido de seguir mirando a la serpiente comerse su cola por horas infinitas?
A quién le importa que lo sigas intentando si el resultado siempre es igual?
Y por último qué sacamos con además cuestionarlo si al final el despropósito es tan inmenso que se traga toda posible respuesta que pudieras encontrar.
lunes, 2 de marzo de 2015
Anllely
Tengo mucha mucha pena, porque hoy me despedí, de la forma más penca posible de mi mejor amiga, y de mi hermana.
Suena un poco trágico dicho así, y mi esposo dice "pero si va a volver en 3 semanas!" pero se fue a vivir a 1.378km y seamos honestos, ya la veía re poco desde que me casé, aún viviendo en la misma ciudad... sé que ya casi no te voy a ver más que para fechas especiales (y aceptémoslo, esas fechas especiales siempre son un asco, y siempre terminan en puras peleas).
Se supone que te vas a estudiar un doctorado nomás, ¿4 años quizá? pero aceptémoslo, no vas a volver a vivir aquí. Pronto Antofagasta te quedará chico, ya lo era un poco mientras estabas acá, pero pronto descubrirás que todo pasa en Santiago. Es horrible, es injusto y todo lo que sea, pero es verdad, y luego te darás cuenta que todos tus amigos son de allá, luego notarás que hay muchísimos Jas más que acá, y quizá un día te cases con alguien de allá. Y todos viajaremos para estar contigo en tu fiesta, acompañarlos por unos días, y ya no volverás más que para fechas más que especiales: alguna navidad al principio, el casamiento de uno de nuestros hermanos menores, algún nacimiento y sí, en algún momento, en algún funeral... porque básicamente la vida es así. Las familias tienden a juntarse más fácilmente cuando nace o muere gente.
Y sabiendo todo esto, yo esperaba una despedida de verdad, pero supongo que verte 10 minutos arriba del auto no es tan malo ¿no? al menos alcancé a despedirme. Pero, créeme que hubiera querido algo mejor. Hubiera querido organizarte tantas cosas!! y no tenía como. Creo que eso es lo que me da más pena.
Tuvimos momentos buenos, no, épicos. No, legendarios! y siempre vas a ser mi mejor amiga, y mi hermana pequeña. Con la que comíamos tomate relleno a las 2 de la mañana, solo porque se le antojaba, por la que era capaz de golpear a cuanto vecino te hiciera llorar, la que me apañaba, me escuchaba, aconsejaba, y con la que pelaba a combo limpio (porque jamás a tirarse el pelo o cachetadas de nena, no! tenía que ser combo para que fuera épico). La que me pedía ayuda para inventar una buena excusa para no salir con alguien con quien no quisieras salir, o para terminar con un pololo sin hacerlo sentir mal, la que me pedía ayuda para estudiar, aunque yo no entendía ni la mitad de lo que hablabas, porque de alguna forma siempre fuiste más inteligente que yo, y siempre me llevaste la delantera en eso. Voy a extrañar mirarnos y reir de lo mismo, sin necesidad de decir nada.
Debo confesar lo que obviamente sabes. Cómo hubiera querido golpearte a veces!! me sacabas de quicio y lo sabes. Pero pucha, como te amo también rata flaca. Y créeme, aún soy capaz de golpear a medio mundo por ti. Si alguien te hace llorar allá, y me lo llego a topar alguna vez, créeme que ¡¡le va a doler hasta a su 4° generación!! Porque siempre, siempre siempre siempre vas a ser mi hermana pequeña, y aunque tengamos 80 años, si me dejas hacerlo, seguiré cuidando de tí.
Suena un poco trágico dicho así, y mi esposo dice "pero si va a volver en 3 semanas!" pero se fue a vivir a 1.378km y seamos honestos, ya la veía re poco desde que me casé, aún viviendo en la misma ciudad... sé que ya casi no te voy a ver más que para fechas especiales (y aceptémoslo, esas fechas especiales siempre son un asco, y siempre terminan en puras peleas).
Se supone que te vas a estudiar un doctorado nomás, ¿4 años quizá? pero aceptémoslo, no vas a volver a vivir aquí. Pronto Antofagasta te quedará chico, ya lo era un poco mientras estabas acá, pero pronto descubrirás que todo pasa en Santiago. Es horrible, es injusto y todo lo que sea, pero es verdad, y luego te darás cuenta que todos tus amigos son de allá, luego notarás que hay muchísimos Jas más que acá, y quizá un día te cases con alguien de allá. Y todos viajaremos para estar contigo en tu fiesta, acompañarlos por unos días, y ya no volverás más que para fechas más que especiales: alguna navidad al principio, el casamiento de uno de nuestros hermanos menores, algún nacimiento y sí, en algún momento, en algún funeral... porque básicamente la vida es así. Las familias tienden a juntarse más fácilmente cuando nace o muere gente.
Y sabiendo todo esto, yo esperaba una despedida de verdad, pero supongo que verte 10 minutos arriba del auto no es tan malo ¿no? al menos alcancé a despedirme. Pero, créeme que hubiera querido algo mejor. Hubiera querido organizarte tantas cosas!! y no tenía como. Creo que eso es lo que me da más pena.
Tuvimos momentos buenos, no, épicos. No, legendarios! y siempre vas a ser mi mejor amiga, y mi hermana pequeña. Con la que comíamos tomate relleno a las 2 de la mañana, solo porque se le antojaba, por la que era capaz de golpear a cuanto vecino te hiciera llorar, la que me apañaba, me escuchaba, aconsejaba, y con la que pelaba a combo limpio (porque jamás a tirarse el pelo o cachetadas de nena, no! tenía que ser combo para que fuera épico). La que me pedía ayuda para inventar una buena excusa para no salir con alguien con quien no quisieras salir, o para terminar con un pololo sin hacerlo sentir mal, la que me pedía ayuda para estudiar, aunque yo no entendía ni la mitad de lo que hablabas, porque de alguna forma siempre fuiste más inteligente que yo, y siempre me llevaste la delantera en eso. Voy a extrañar mirarnos y reir de lo mismo, sin necesidad de decir nada.
Debo confesar lo que obviamente sabes. Cómo hubiera querido golpearte a veces!! me sacabas de quicio y lo sabes. Pero pucha, como te amo también rata flaca. Y créeme, aún soy capaz de golpear a medio mundo por ti. Si alguien te hace llorar allá, y me lo llego a topar alguna vez, créeme que ¡¡le va a doler hasta a su 4° generación!! Porque siempre, siempre siempre siempre vas a ser mi hermana pequeña, y aunque tengamos 80 años, si me dejas hacerlo, seguiré cuidando de tí.
¡¡Bon voyage pioja chica!!
(sí en amarillo, porque siempre fue tu color favorito)
martes, 29 de julio de 2014
Señor orejas peludas
Es interesante como me terminé convirtiendo en amigo imaginario. Yo era real, sabes? pero de eso hace mucho tiempo.
En realidad no se que tan real me pudieron haber considerado, digo en el fondo era un don nadie. Un nadie sin historia, sin vida y sin futuro.
Supongo que mi vida comenzó el día que morí, no en el sentido que tú conoces de morir, sino más bien un dejarme a mi mismo atrás, y re nacer como "Mr. Furry Ears". Agatha fue quien me puso ese nombre (No es Agatha Christie, obviamente. O esta historia sería más rara de lo que ya me parece).
Agatha es mi persona. En realidad, no me la asignaron, me la asigné yo solo un día. Fue un escándalo en el sindicato de amigos imaginarios ¿Pero qué más podía hacer? Ella estaba sola, y me necesitaba... yo por otro lado, nisiquiera existía tecnicamente hasta que ella me hablo.
Fue mágico, fue como volver a existir ¡¡Ella me veía!! y hasta me hablaba.
¿Que como es ella? ojos marrones enormes, como un sol de café, su cara está salpicada de chispas de chocolate, no pasa de los 5 años, tiene una imaginación inagotable, y es la amabilidad en persona.
Me habló para pedirme si le devolvía su balón, que había caído a mis pies. Yo estaba sentado solo y taciturno en una banca en un parque, sintiéndome más invisible que nunca, más inexistente y más inútil que nunca. Creo que había bebido un poco, 2 o 3 botellas (eso era poco para mi) olía a que no tomaba un baño en días (y así era), mi ropa eran andrajos, y ni siquiera estaba seguro cómo llegué a esa banca. Y ahí estaba ella mirándome con esos ojos enormes, y su cara llena de pecas. Y no me miraba con miedo, sino con curiosidad, me dijo señor orejas peludas ¿me da mi balón? Yo estaba confundido, esa enana me llamó señor orejas peludas, y a mi no me pareció ofensivo, sino lo más tierno, gracioso y delicioso que hubiera oído jamás. Le entregué su balón, la tomé de la mano y la llevé donde su mamá. Es una mujer muy amable, es madre soltera y ha criado sola a esta pequeña.
Ella le dijo ¿Con quién hablas Agatha? y ella dijo con un inglés tan malo, que me pareció aún más gracioso el nombre que me dió "Mr. Furry Ears" a lo que su mamá solo arqueó las cejas, sonrió y dijo ¿Es tu nuevo amigo? Y Agatha asintió.
Aún no entiendo bien que pasó, lo último que recuerdo es haber llegado al parque hecho un revoltijo de humano, recuerdo mucho frío, recuerdo quedarme dormido maloliente y borracho en medio de la lluvia, no quería despertar al otro día. Pero lo hice, y Agatha estaba ahí... Y solo ella podía verme. Asumo que morí esa noche, pero eso no me asusta, ni me incomoda, ni me entristece, porque en realidad fue lo mejor que me pudo pasar. Porque al otro día desperté, y ya no era yo, era Sr. orejas peludas.
Hoy Agatha cumplió 11 años, y la trajeron al "loquero" dicen que ya es muy grande para seguir siendo mi amiga. Yo la espero aquí afuera, puede que sea privado lo que le tienen que decir, puede que le digan que me tiene que dejar, y no quiero estar ahí para oír eso. Ella está allí adentro y yo aquí afuera la espero... Como la esperé supongo en el parque, aunque no sabía que ella iba a llegar.
Lo extraño es que aquí afuera, en este frío pasillo, es como volver a dormir bajo la lluvia. Que angustiante es esta espera. Es como esperar el veredicto para la silla eléctrica, donde estás a un sí o un no, de dejar de existir.
La puerta se abre al fin, sale la madre primero ¡Que larga espera!; y ella aún de espaldas se despide del juez, perdón, quise decir "loquero".
Me mira y con la cabeza dice no, apenas un gesto disimulado. Y luego habla con su mamá, como si yo ya no estuviera ahí. Y sé que es hora.
No se si esta vez de verdad dejaré de existir, pero sí se que los años que estuve con ella, fueron los únicos que viví realmente. Pienso volver al parque... y esperar ahí quizá a su hija, o hijo. No se si un día llegue, pero no sé que más hacer. Solo fue un gesto disimulado con la cabeza, pero fue tan definitivo, aplastante y absoluto... ¡En fin! Solo queda esperar. Y lo haré en ese banco, nuestro banco.
En realidad no se que tan real me pudieron haber considerado, digo en el fondo era un don nadie. Un nadie sin historia, sin vida y sin futuro.
Supongo que mi vida comenzó el día que morí, no en el sentido que tú conoces de morir, sino más bien un dejarme a mi mismo atrás, y re nacer como "Mr. Furry Ears". Agatha fue quien me puso ese nombre (No es Agatha Christie, obviamente. O esta historia sería más rara de lo que ya me parece).
Agatha es mi persona. En realidad, no me la asignaron, me la asigné yo solo un día. Fue un escándalo en el sindicato de amigos imaginarios ¿Pero qué más podía hacer? Ella estaba sola, y me necesitaba... yo por otro lado, nisiquiera existía tecnicamente hasta que ella me hablo.
Fue mágico, fue como volver a existir ¡¡Ella me veía!! y hasta me hablaba.
¿Que como es ella? ojos marrones enormes, como un sol de café, su cara está salpicada de chispas de chocolate, no pasa de los 5 años, tiene una imaginación inagotable, y es la amabilidad en persona.
Me habló para pedirme si le devolvía su balón, que había caído a mis pies. Yo estaba sentado solo y taciturno en una banca en un parque, sintiéndome más invisible que nunca, más inexistente y más inútil que nunca. Creo que había bebido un poco, 2 o 3 botellas (eso era poco para mi) olía a que no tomaba un baño en días (y así era), mi ropa eran andrajos, y ni siquiera estaba seguro cómo llegué a esa banca. Y ahí estaba ella mirándome con esos ojos enormes, y su cara llena de pecas. Y no me miraba con miedo, sino con curiosidad, me dijo señor orejas peludas ¿me da mi balón? Yo estaba confundido, esa enana me llamó señor orejas peludas, y a mi no me pareció ofensivo, sino lo más tierno, gracioso y delicioso que hubiera oído jamás. Le entregué su balón, la tomé de la mano y la llevé donde su mamá. Es una mujer muy amable, es madre soltera y ha criado sola a esta pequeña.
Ella le dijo ¿Con quién hablas Agatha? y ella dijo con un inglés tan malo, que me pareció aún más gracioso el nombre que me dió "Mr. Furry Ears" a lo que su mamá solo arqueó las cejas, sonrió y dijo ¿Es tu nuevo amigo? Y Agatha asintió.
Aún no entiendo bien que pasó, lo último que recuerdo es haber llegado al parque hecho un revoltijo de humano, recuerdo mucho frío, recuerdo quedarme dormido maloliente y borracho en medio de la lluvia, no quería despertar al otro día. Pero lo hice, y Agatha estaba ahí... Y solo ella podía verme. Asumo que morí esa noche, pero eso no me asusta, ni me incomoda, ni me entristece, porque en realidad fue lo mejor que me pudo pasar. Porque al otro día desperté, y ya no era yo, era Sr. orejas peludas.
Hoy Agatha cumplió 11 años, y la trajeron al "loquero" dicen que ya es muy grande para seguir siendo mi amiga. Yo la espero aquí afuera, puede que sea privado lo que le tienen que decir, puede que le digan que me tiene que dejar, y no quiero estar ahí para oír eso. Ella está allí adentro y yo aquí afuera la espero... Como la esperé supongo en el parque, aunque no sabía que ella iba a llegar.
Lo extraño es que aquí afuera, en este frío pasillo, es como volver a dormir bajo la lluvia. Que angustiante es esta espera. Es como esperar el veredicto para la silla eléctrica, donde estás a un sí o un no, de dejar de existir.
La puerta se abre al fin, sale la madre primero ¡Que larga espera!; y ella aún de espaldas se despide del juez, perdón, quise decir "loquero".
Me mira y con la cabeza dice no, apenas un gesto disimulado. Y luego habla con su mamá, como si yo ya no estuviera ahí. Y sé que es hora.
No se si esta vez de verdad dejaré de existir, pero sí se que los años que estuve con ella, fueron los únicos que viví realmente. Pienso volver al parque... y esperar ahí quizá a su hija, o hijo. No se si un día llegue, pero no sé que más hacer. Solo fue un gesto disimulado con la cabeza, pero fue tan definitivo, aplastante y absoluto... ¡En fin! Solo queda esperar. Y lo haré en ese banco, nuestro banco.
lunes, 28 de julio de 2014
Lluvia de ideas sin sentido
-El problema con declararse amante de la música, es que es una dama muy promiscua... básicamente todos
se declaran su amante, y como que me da miedo las enfermedades que podría traer... seguramente así nació el reggetón... ha de ser una enfermedad venérea de esa suripanta
-Otro problema conmigo es que tengo ciertas fijaciones, no dejes la tapa arriba, no pises las líneas, siempre mira el mismo cartel, lávate las manos 8 mil veces mientras cocinas, fijate 3 veces que cerraste la puerta, revisa 3 veces que sacaste las llaves, pon cara de borrego... y sip, se te quedaron las llaves adentro igual ¬¬ Quizá no es fijación, quizá es mi subconciente diciéndome "idiota, se te quedan las llaves aunque te hice revisarlas 3 veces"
-Qué no daría por volver a comenzar!
-El problema con declararse amante de la música....
-No me refería a eso!
-Pero si tú dijiste que querías recomenzar, no?
-Déjalo así... mejor seguimos con esto otro día.
lunes, 16 de junio de 2014
Etérea
¿De cuántas formas diferentes se puede amar a la misma persona?
Hoy desperté preguntándome los mismo ¿De cuántas formas llegaré a amarte, aún antes de conocerte?
Hoy soñé contigo nuevamente, y desperté más triste que nunca. Aunque aún no te conozco formalmente... y después de tantos años, no estoy segura si realmente existes, o solo eres parte de mis sueños. Perdón por dudarte, pero por favor comprende que es difícil verte en tantas formas, de tantos tamaños y edades, y no dudar de tu existencia...
Pero no, sé que estás ahí. Y sé que un día llegarás.
Una noche te vi en un barco que se hundía. Estabas tan sola, descalza, tan indefensa, tan pequeña! tenías 4 años, y cuando tomé tu mano supe que te quedarías conmigo para siempre, y que yo cuidaría de ti sin que nada más importe.
Luego te vi más pequeño, en un edificio que se quemaba... eras un varón, y tenías 3 años, pero sólo estuviste conmigo un instante, en el sueño sabía tu nombre, pero esa vez no te quedarías conmigo, volverías a tus padres, y me dejaste con un hueco gigante entre los brazos. Pero te vi sonreir, ibas feliz de vuelta a casa. Y yo te sonreí... Es que no importa si es solo un momento, tú estuviste ahí, y eso me hizo sonreir.
Una noche apareciste, nuevamente de 4 años, en una casa de madera... tú jugabas como si fuera lo más normal del mundo, entre ruinas y arañas, hasta que te empezaron a perseguir, te vi correr, con tu larga cabellera al viento, estabas sola ¿cómo una pequeña tan hermosa no tenía a nadie más que la cuidara? y nos tomamos de la mano y nos largamos de ahí, te habría protegido con mi vida para que estuvieras a salvo, y de pronto nada... despertaba sola otra vez.
No recuerdo los sueños anteriores... pero siempre eres la misma, lo sé. Cambias un poco de forma, pero eres la misma.
Anoche volviste más pequeña, casi recién nacida, desnuda y helada entre muchos otros bebés en una pila de hojas secas. Te cuidaba una osa, y te tomé de allí, te limpié y abrigué, y decidí que te quedarías conmigo pase lo que pase, y te abrigué pese a la nieve, con todo lo que podía, te alimenté... y sé que no soñaba, sé que estabas aquí. Amé cada segundo que estuviste conmigo.
¿Sabes? En mis sueños siempre eres tú quien me necesita, pero al despertar soy yo quien te necesita más aún.
Sé que no eras mía, sé que naciste de alguien más, sé que no llevas mi sangre, pero estás ahí, y no te puedo dejar sola. Pude salir del barco sola, pude salir sola de ese edificio en llamas, pude salir sola de la casa de madera, y pude usar la chaqueta para abrigarme yo en medio de la nieve... pero no, en realidad no pude, porque tú estabas ahí. Y me haces querer ser mejor persona, y solo verte me hace querer protegerte.
Y te necesito. Hoy más que nunca te necesito. Entonces
¿De cuántas formas se puede llegar a amar a alguien antes de conocerlo? No lo sé, pero yo te amo. Te recuerdo y te amo de nuevo. Ven luego ¿si? Te espero.
Hoy desperté preguntándome los mismo ¿De cuántas formas llegaré a amarte, aún antes de conocerte?
Hoy soñé contigo nuevamente, y desperté más triste que nunca. Aunque aún no te conozco formalmente... y después de tantos años, no estoy segura si realmente existes, o solo eres parte de mis sueños. Perdón por dudarte, pero por favor comprende que es difícil verte en tantas formas, de tantos tamaños y edades, y no dudar de tu existencia...
Pero no, sé que estás ahí. Y sé que un día llegarás.
Una noche te vi en un barco que se hundía. Estabas tan sola, descalza, tan indefensa, tan pequeña! tenías 4 años, y cuando tomé tu mano supe que te quedarías conmigo para siempre, y que yo cuidaría de ti sin que nada más importe.
Luego te vi más pequeño, en un edificio que se quemaba... eras un varón, y tenías 3 años, pero sólo estuviste conmigo un instante, en el sueño sabía tu nombre, pero esa vez no te quedarías conmigo, volverías a tus padres, y me dejaste con un hueco gigante entre los brazos. Pero te vi sonreir, ibas feliz de vuelta a casa. Y yo te sonreí... Es que no importa si es solo un momento, tú estuviste ahí, y eso me hizo sonreir.
Una noche apareciste, nuevamente de 4 años, en una casa de madera... tú jugabas como si fuera lo más normal del mundo, entre ruinas y arañas, hasta que te empezaron a perseguir, te vi correr, con tu larga cabellera al viento, estabas sola ¿cómo una pequeña tan hermosa no tenía a nadie más que la cuidara? y nos tomamos de la mano y nos largamos de ahí, te habría protegido con mi vida para que estuvieras a salvo, y de pronto nada... despertaba sola otra vez.
No recuerdo los sueños anteriores... pero siempre eres la misma, lo sé. Cambias un poco de forma, pero eres la misma.
Anoche volviste más pequeña, casi recién nacida, desnuda y helada entre muchos otros bebés en una pila de hojas secas. Te cuidaba una osa, y te tomé de allí, te limpié y abrigué, y decidí que te quedarías conmigo pase lo que pase, y te abrigué pese a la nieve, con todo lo que podía, te alimenté... y sé que no soñaba, sé que estabas aquí. Amé cada segundo que estuviste conmigo.
¿Sabes? En mis sueños siempre eres tú quien me necesita, pero al despertar soy yo quien te necesita más aún.
Sé que no eras mía, sé que naciste de alguien más, sé que no llevas mi sangre, pero estás ahí, y no te puedo dejar sola. Pude salir del barco sola, pude salir sola de ese edificio en llamas, pude salir sola de la casa de madera, y pude usar la chaqueta para abrigarme yo en medio de la nieve... pero no, en realidad no pude, porque tú estabas ahí. Y me haces querer ser mejor persona, y solo verte me hace querer protegerte.
Y te necesito. Hoy más que nunca te necesito. Entonces
¿De cuántas formas se puede llegar a amar a alguien antes de conocerlo? No lo sé, pero yo te amo. Te recuerdo y te amo de nuevo. Ven luego ¿si? Te espero.
martes, 28 de enero de 2014
Entre lo limítrofe y lo real
Ella creía que la causa de todos sus problemas era el trastorno limítrofe de la personalidad. Lo celebró porque la causa era imaginaria e intangible, es como culpar a la vida. Perfecto!
Cuando se dio cuenta que algo de real había en su miedos, el mundo hizo ¡Crak! el suelo hizo ¡Pop! y su mente hizo ¡Tshhh!
tarde, muy tarde, se dio cuenta de que iba el cuento, no la adora-amaban con todas sus letras, sino solo lo humanamente posible, y eso nunca le parece suficiente, porque a una limítrofe imaginaria, ninguna amo-adoración le parece suficiente.
¿Y que sí sería adora-amar al límite?
-Ponerla en 1° lugar pese a todo (repito: pese a TODO). No porque lo merezca quizá porque una limítrofe imaginaria rara vez lo merece, sino sólo por amo-adoración.
-Tener la valentía de poner de lado toda la vida que conocías, para empezar de cero con ella, porque la vida con una limítrofe imaginaria, suele NO ser una vida como la conocías.
-Querer pasar cada jodido segundo junto a ella, aunque no se pueda, al menos quererlo, porque una limítrofe imaginaria necesita sentir que la adoraman cada jodido segundo del día.
-Inventarle un nuevo mundo cada día, porque a una limítrofe imaginaria no está adaptada socio-emocionalmente al mundo real de allá afuera.
-No le escondas información a una limítrofe imaginaria, nunca. Ella lo interpreta de manera muy distinta a cómo tú lo ves, y eso siempre sale mal.
-No asumas que la limítrofe imaginaria ve el mundo como tú, piensa, siente, tiene las mismas costumbres o imagina el mundo como tú, rara vez lo hace. Parece que sí, pero en el fondo no, rara vez percibe el mundo igual que tú. Lo que para ti es normal y deseable, para ella puede ser el fin del mundo, y lo que para ti es el fin del mundo, ella lo ve de lo más normal.
-Y finalmente, pero no menos importante. No le hagas creer a una limítrofe imaginaria que la adoramas si no es así, esa es la peor de las torturas chino/nazis que le puedes dar.
Seguiría escribiendo sobre las limítrofe imaginarias, pero hay una voz en mi cabeza que me dice que ya dije demasiado, y no le gusta que diga más de lo que nos conviene. Ahí viene! me despido, antes de que se de cuenta de todo lo que escribí. Por cierto, la voz en mi cabeza no es limítrofe, es esquizofrénica, y me imagina a mí.
Cuando se dio cuenta que algo de real había en su miedos, el mundo hizo ¡Crak! el suelo hizo ¡Pop! y su mente hizo ¡Tshhh!
tarde, muy tarde, se dio cuenta de que iba el cuento, no la adora-amaban con todas sus letras, sino solo lo humanamente posible, y eso nunca le parece suficiente, porque a una limítrofe imaginaria, ninguna amo-adoración le parece suficiente.
¿Y que sí sería adora-amar al límite?
-Ponerla en 1° lugar pese a todo (repito: pese a TODO). No porque lo merezca quizá porque una limítrofe imaginaria rara vez lo merece, sino sólo por amo-adoración.
-Tener la valentía de poner de lado toda la vida que conocías, para empezar de cero con ella, porque la vida con una limítrofe imaginaria, suele NO ser una vida como la conocías.
-Querer pasar cada jodido segundo junto a ella, aunque no se pueda, al menos quererlo, porque una limítrofe imaginaria necesita sentir que la adoraman cada jodido segundo del día.
-Inventarle un nuevo mundo cada día, porque a una limítrofe imaginaria no está adaptada socio-emocionalmente al mundo real de allá afuera.
-No le escondas información a una limítrofe imaginaria, nunca. Ella lo interpreta de manera muy distinta a cómo tú lo ves, y eso siempre sale mal.
-No asumas que la limítrofe imaginaria ve el mundo como tú, piensa, siente, tiene las mismas costumbres o imagina el mundo como tú, rara vez lo hace. Parece que sí, pero en el fondo no, rara vez percibe el mundo igual que tú. Lo que para ti es normal y deseable, para ella puede ser el fin del mundo, y lo que para ti es el fin del mundo, ella lo ve de lo más normal.
-Y finalmente, pero no menos importante. No le hagas creer a una limítrofe imaginaria que la adoramas si no es así, esa es la peor de las torturas chino/nazis que le puedes dar.
Seguiría escribiendo sobre las limítrofe imaginarias, pero hay una voz en mi cabeza que me dice que ya dije demasiado, y no le gusta que diga más de lo que nos conviene. Ahí viene! me despido, antes de que se de cuenta de todo lo que escribí. Por cierto, la voz en mi cabeza no es limítrofe, es esquizofrénica, y me imagina a mí.
domingo, 18 de agosto de 2013
El sinsajo
Hola bloggers ¡tanto tiempo!
se preguntarán ¿que hizo que me desapareciera por un mes completo? La respuesta es simple: una nueva adicción.
Confieso que pensaba escribir a penas terminé el primer libro, pero lo siento, no eran tantas las ganas de escribir, como la desesperación por leer el siguiente libro.
En fin, me dejo de rodeos y se los presento: mi nueva adicción superada.
¡Qué manera de reír, sufrir y llorar con estos tres tremendos libros!
El libro es de Suzanne Collins y originalmente se llama "The hunger games" de la editorial Scholastic, y fue publicado por primera vez el 2008.
Suzanne, si aún nadie te hace un altar, en Antofagasta yo te construyo uno.
El libro se trata de un macabro mundo distópico (lo contrario a utópico) en que Panem (lo que antes se conocía como USA) se dividió en 13 distritos y el Capitolio, quien ha gobernado con puño de hierro por años, hasta que los distritos de rebelan, pero el Capitolio los aplasta. Luego como recordatorio de su insignificancia los obliga a ofrecer a un jóven y una jovencita de entre los 12 y 18 años, y los obligan a competir en la arena (arena, estadio, no arena de mar) en una batalla a muerte, dónde solo puede haber un vencedor, el que se libra de participar en los próximos Juegos y obtiene fama y fortuna para siempre.
Katniss Everdeen, es la protagonista de esta saga (y pertenece al distrito 12), y se enfrenta en el primer libro a este baño de sangre voluntariamente por salvar a Prim (su hermana menor, con 12 años recién cumplidos). Por otro lado el varón que representa al distrito Peeta, el chico que la salvó a ella y a su hermana de morir de hambre, y se convirtió ese día en su rayo de esperanza (aunque el duro carácter de Katniss, no se permite pensar románticamente en nadie).
Durante los 3 libros conocí personajes maravillosos, que se ganaron mi cariño y respeto, el coqueto y misterioso Finnick (con su triste pasado oculto), Voltios y Majara (los giro sin tornillo), Prim (patito, la hermana menor de Katniss, tan tierna y tan vulnerable, que hasta yo me hubiese presentado voluntaria con tal de salvarla), Haymitch el borracho (no hay una buena historia sin un borracho ajaja), y por supuesto Peeta Mellark, el siempre amable, confiable, amoroso, incondicional y dolorosamente bueno, Peeta.
No les contaré los 2 libros siguiente porque yo habría odiado si alguien me cuenta algo más, así que los dejo por ahora. No sin antes decir...
se preguntarán ¿que hizo que me desapareciera por un mes completo? La respuesta es simple: una nueva adicción.
Confieso que pensaba escribir a penas terminé el primer libro, pero lo siento, no eran tantas las ganas de escribir, como la desesperación por leer el siguiente libro.
En fin, me dejo de rodeos y se los presento: mi nueva adicción superada.
¡Qué manera de reír, sufrir y llorar con estos tres tremendos libros!
El libro es de Suzanne Collins y originalmente se llama "The hunger games" de la editorial Scholastic, y fue publicado por primera vez el 2008.
Suzanne, si aún nadie te hace un altar, en Antofagasta yo te construyo uno.
El libro se trata de un macabro mundo distópico (lo contrario a utópico) en que Panem (lo que antes se conocía como USA) se dividió en 13 distritos y el Capitolio, quien ha gobernado con puño de hierro por años, hasta que los distritos de rebelan, pero el Capitolio los aplasta. Luego como recordatorio de su insignificancia los obliga a ofrecer a un jóven y una jovencita de entre los 12 y 18 años, y los obligan a competir en la arena (arena, estadio, no arena de mar) en una batalla a muerte, dónde solo puede haber un vencedor, el que se libra de participar en los próximos Juegos y obtiene fama y fortuna para siempre.
Katniss Everdeen, es la protagonista de esta saga (y pertenece al distrito 12), y se enfrenta en el primer libro a este baño de sangre voluntariamente por salvar a Prim (su hermana menor, con 12 años recién cumplidos). Por otro lado el varón que representa al distrito Peeta, el chico que la salvó a ella y a su hermana de morir de hambre, y se convirtió ese día en su rayo de esperanza (aunque el duro carácter de Katniss, no se permite pensar románticamente en nadie).
Durante los 3 libros conocí personajes maravillosos, que se ganaron mi cariño y respeto, el coqueto y misterioso Finnick (con su triste pasado oculto), Voltios y Majara (los giro sin tornillo), Prim (patito, la hermana menor de Katniss, tan tierna y tan vulnerable, que hasta yo me hubiese presentado voluntaria con tal de salvarla), Haymitch el borracho (no hay una buena historia sin un borracho ajaja), y por supuesto Peeta Mellark, el siempre amable, confiable, amoroso, incondicional y dolorosamente bueno, Peeta.
No les contaré los 2 libros siguiente porque yo habría odiado si alguien me cuenta algo más, así que los dejo por ahora. No sin antes decir...
Adiós, "Y que los Juegos del Hambre estén siempre de su lado..."
viernes, 19 de julio de 2013
J.K. Rowling / Harry Potter
Ilustración portada Harry Potter y la piedra filosofal: Dolores Avedaño. Editorial Salamandra.
-Se que es curioso que esté escribiendo sobre libros que me gustan, me dejaron una enseñanza o me marcaron y aún no haya hablado de esta saga en particular, pero necesitaba escribirla con tiempo. Y ahora lo tengo.
¿Cómo describiría mi etapa entre los 11 y los 20 años? HARRY POTTER.
Y nuevamente debo contarles un poco de mi vida para explicar el alcance que tuvieron estos libros en mi:
Primero: Un día cualquiera en la casa de mi mejor amiga estábamos conversando y de pronto ella me muestra ese libro, ese glorioso libro que había sido traducido al español hace muy poco (y yo con muy limitados recursos para comprar libros en ese entonces) se lo pido prestado, y ¡listo! sólo eso se necesitó para volverme Rowling-dependiente.
Segundo: Pese a lo que mucha gente cree, no soy del todo sociable. De hecho siempre preferí leer que tener que conversar con mis compañeros de curso o personas en general, exceptuando solo a aquellos a quién yo les permitía ser mis amigos. Lo que significó que (además de ya tener problemas para hacer amigos en mi escuela, de hecho no puedo decir que los tuviera en realidad, solo 2 o 3 niñas con las que hablaba) se me hizo aún más difícil, ya que me aburrían sus conversaciones monótonas y sus vidas aburridas, cuando podía estar en mi casa leyendo sobre un mundo mucho más interesante
Tercero: Fue tanta mi abstracción del mundo real, que mis papás me llevaron al sicólogo ¬¬ y no fue divertido. ¿Y qué si prefería vivir en los libros que fuera de ellos? ¿Y qué si no quería dormir antes de las 2 de la mañana porque estaba muy buena la historia? ¿Y qué si no tengo amigos "de verdad"?
Bueno ¡fue una etapa hermosa! Fue el tiempo que más pude leer. Luego de terminar la básica entré a la media, con sus problemas inherentes (que me quitaban tiempo de lectura) pero aún así jamás lo abandoné. Cuando al fin (¡gracias al cielo!) terminó esa etapa de mi vida. Cumplí mi mayoría de edad y podía decidir si se me daba la gana amanecerme leyendo. Lo que era hermoso ya que al no tener dinero para comprar los primeros libros que llegaron a la librería Antartica de el 7° libro "Harry Potter y las reliquias de la muerte" me vi en la obligación divina de leerlo cuanto antes, no importaba cómo, no importaba dónde, no importaba a qué hora. Y el cómo, era por internet, el dónde era una página ilegal de fans que lo tradujeron del inglés al español, e iban subiendo de apoco los capítulos que traducían, y el cuando (ya que estaba en la universidad) era por supuesto de noche.
Nunca olvidaré ese día a las 3 de la mañana cuando mi mamá llegó toda asustada porque me escuchó llorar y me preguntaba ¿Qué pasa hija? ¿Qué te pasa? y yo llorando desconsolada "¡¡Mamá murió!! mamá él murió" y ella blanca, no sabía que pasaba, y le digo "Harry murió" supondrán la cara de ella cuando digo eso. Su cara fue de "Angela, su-pe-ra-lo!!"
Pero ¿saben? muchos dirán que perdí muchísimas horas de mi vida, leyendo y releyendo esos 7 maravillosos libros. Pero yo no lo creo. Marcaron mi paso de la infancia a la adolescencia, y mi paso de la adolescencia a la adultez. Yo crecí leyendo, sufriendo, y viviendo Harry Potter. Soy parte de la generación Rowling.
Es curioso como el niño de la marca nos marcó a tantos.
Y por vergonzoso que suene, yo fui vestida de Cho Chang al estreno de Harry Potter y la orden del fenix, yo jugué Quiditch en la cancha las almejas los sábados, y sí yo pertenezco a una casa. La honorable casa de la sabiduría: "Ravenclaw" y sí, aún tengo guardada mi corbata y bufanda azul/plateado como recuerdo de que Harry Potter aún no ha muerto para mí, y que a mis hijos les contaré los cuentos de Beedle el Bardo por las noches, ellos leerán esos libros, y sabrán porqué su mamá invirtió tantas horas en ellos, y mis nietos cuando me vean leyendo por millonésima vez los libros de J.K. Rowling me dirán:
"Abuela ¿Todavía los lees? yo les diré (cual Snape enamorado) Always."
lunes, 15 de julio de 2013
Enseñanzas para la vida
Obra: Con la ayuda de sus libros llegó más alto, Artista: Mónica de Silva.
En un ranking de las 10 mejores enseñanzas de libros que leí hace algún tiempo atrás las nominadas son las siguientes:
10.- “prefiero confiar en la palabra de un amigo que jamás me ha mentido, aunque su historia sea menos creíble que la de otra persona que sé que suele mentir”. (El león, la bruja y el ropero, [Las crónicas de Narnia] C.S. Lewis)
9.-“quien se atreve a juzgar a otra persona, solo por la impresión que tiene de ella, es un patán egocéntrico sin un dedo de frente. Hace falta ponerse en los zapatos de la otra persona y veremos que su conducta (según nosotros) inexplicable, es muy explicable, e incluso comprensible” (La fuerza de Sheccid, Carlos Cuauhtémoc Sánchez)
8.- “La envidia es un cáncer del alma, un mal que aún el mejor de los médicos es incapaz de curar si la persona enferma no quiere sanarse”. (Abel Sánchez, Miguel de Unamuno)
7.- “No existe la pareja ideal, el príncipe azul, ni la media naranja. A veces nos enamoramos de alguien y pensamos que es la persona ideal, pero realmente estamos poniendo en él (ella) los atributos que soñamos sobre esa persona. Debemos aceptar que el otro es humano, y no es perfecto, al igual que nosotros. Debemos poner en una balanza lo negativo y lo positivo de la otra persona, y si somos capaces de amarle por lo positivo a pesar de lo negativo, entonces podemos estar seguros de que la relación va a funcionar” (La última oportunidad, Carlos Cuauhtémoc Sánchez)
6.- "La esperanza está en la masa conciente" (1984, George Orwell)
5.- “cuando el espíritu atribulado por su propia maldad ve reflejada tal maldad, por dura que sea la máscara con se escuda el sujeto, esta caerá, y quedará al desnudo su repugnancia, pues la conciencia puede más” (Hamlet, William Shakespeare).
4.- “Si eres honesto contigo mismo, se seguirá como el día a la noche, que no podrás ser falso con nadie más” (Hamlet, William Shakespeare).
3.- “El odio, es producto de la incapacidad de amar. No la incapacidad de amar al otro, sino la incapacidad de amarse a sí mismo, porque todo odio es por envidia, y si envidias al otro es porque eres incapaz de notar tus propias virtudes”. (Abel Sánchez, Miguel de Unamuno)
2.- Y aquí un clásico de clásicos “¿Qué es la vida? un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra una ficción, y el mayor bien se hace pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son." (La vida es sueño, Calderón de la Barca) Lloraré ¡esa parte es hermosa!
1.- No importa nuestro origen, no importa cuánto nos golpeó la vida (o alguien en la vida) tenemos en nosotros la esperanza de una semilla que crecerá, no importa cuando, no importa como... crecerá. Tenemos en nuestra naturaleza la capacidad de hacerlo... hagámoslo. (El secreto de las 7 semillas, David Fishman)
Este último no está en comillas, porque no es una cita, sino una reflexión personal en base al libro. Que por cierto es total y absolutamente adictivo, exquisito y necesario. Si puedes, léelo.
Origen de textos citados:
- Las Crónicas de Narnia: EL León, la bruja y el ropero. C.S Lewis. 2005. Editorial Planeta
- La fuerza de Sheccid. Carlos Cuathémoc Sánchez. 1997. Editoriales Selectas Diamante
- 1984. George Orwell. 2007. Editorial Booket
- Hamlet. William Shakespeare. 1998. Editorial Andrés Bello.
- Abel Sánchez. Miguel de Unamuno. 2004. Editorial Alianza.
- La vida es sueño. Calderón de la Barca. 1987. Editorial Andrés Bello
- El secreto de las 7 semillas. David Fishman. 2002. Editorial El comercio.
Y por cierto, si te gusta lo que leíste aquí, no dejes de comentar.
sábado, 13 de julio de 2013
Mi nueva adicción: FREAKONOMICS!
Sí, es adictivo. Parto esta entrada contando algo personal (ok, no es tan personal, ya muuchas personas lo saben) Antes de decidir ser educadora, quise ser abogada, por lo que entré a la carrera de derecho, donde cursé 2 laaargos años, hasta que descubrí mi verdadera vocación. Bueno no todo fue taaaan malo. Hubo un ramo, dos en realidad que captaron toda mi atención: Teoría económica y Sociología *-* cómo los amé!!!
Fueron mi faro guía en esa turbulenta confusión, y me aferré a esos 2 ramos, como si de eso dependiera mi vida. Pero aún así, la teoría económica no captó tanto mi amor, como lo hace Steven Levitt en este libro, y por supuesto no lo hace solo, sino con la ayuda de su camarada Stephen Dubner, el periodista (¿Solo yo imaginé a su camarada entrar corriendo con una capa como Robin "el chico maravilla" y a Levitt como Batman? en fin, ignoren esto, y sigan leyendo)
La mágia de Levitt es que odia los números tanto como yo. Bueno los "malos números" los que no significan nada. ¿Qué intento decir? Déjenme explicarles:
*Logaritmo: ¿Qué? ¿Se come? Nunca he visto uno, no tiene forma ni sentido para mí.
*Tasa de narcotraficantes que aún viven con sus madres: ¡Por favor! Ni siquiera debo explicar a qué me refiero, no puede ser más claro, tener más sentido o ser más real y cotidiano.
Justamente de esas cosas se preocupa Levitt de lo real y cotidiano, pero... visto desde el ojo crítico de un economista (al que por cierto bajaron del pedestal en el que ellos suelen ponerse, le quitó la corbata, y lo puso en las calles a observar el mundo, a interactuar con "la prole" y a (al fin) hacerse las preguntas correctas. Y aquí (¡amo a Levitt!) solo los presenta como personas comunes y corrientes, con herramientas para observar y explicar la vida diaria.
Me gusta mucho cuando dice (y cito textual del libro, página 89): "Si somos capaces de preguntar algo que realmente importa a la gente y hallar una respuesta capaz de sorprenderla- es decir, si conseguimos invalidar la sabiduría convencional- entonces podemos darnos por satisfechos".
Y por supuesto no puedo dejar de nombrar algunas de las preguntas (geniales) que se han hecho:
- ¿Qué tienen en común un maestro de escuela y un luchador de sumo?
- ¿En qué se parece el Klu Klux Klan a un grupo de agentes inmoviliarios?
- ¿Por qué continúan viviendo los narcotraficantes con sus madres?
- ¿A dónde han ido todos los criminales?
- ¿Qué hace perfecto a un padre?
- ¿Tendría Roshanda un olor tan dulce si su nombre fuese otro?
Cualquiera de ustedes podría leer estas preguntas y decir "¡Qué ridiculez! estas preguntas no tienen sentido" pero si lees el libro, verás que sí. Que todo tiene más sentido de lo que creíamos (Ahora no puedo dejar de imaginar a Salfate diciendo ¡Todo calza pollo! porfavor ignoren mis divagaciones).
Así que si te gusta saber cómo funciona el mundo, o conocer esas pequeñas e interesantes aristas de la vida, o si (como yo) simplemente eres adicto a los datos curiosos (o como yo los llamo mis "amados datos inútiles") Te invito a leer, disfrutar, y amar este libro. Y si no, simplemente léelo por curiosidad ;D nadie queda fuera.
Freakonomics: El Lado Oculto de la Economía, subido por Walter White. http://www.teledocumentales.com/freakonomics-el-lado-oculto-de-la-economia/ Consultado el 13 de Julio 2013.
domingo, 30 de junio de 2013
Top 5: Libros que me revolucionan las hormonas (mentalmente, claro)
Este blog lo dedicaré de momento para divagar sobre mis lecturas, y en realidad considero que no haría justicia si comenzara con un libro cualquiera. Es por esto que he decidido hacer mi primer top 5 (no es que sean mis únicos 5 libros favoritos) sino que son solo los primeros 5 libros que NECESITO mencionar. Sí, NECESITO, así con mayúsculas.
Y parto por uno que, por favor si no lo han leído prométanme que lo harán (no algún día, sino ¡mañana mismo!) y es por supuesto
- NOCHES BLANCAS:
Es que este libro de Dostoyevski es simplemente una de las obras más hermosas que he leído, y no lo digo sólo por el evidente hecho de que (como siempre) me siento identificada con uno de sus personajes, que esta vez es el personaje principal [Sí, tengo la tendencia a sentir que todos los libros fueron escritos para mí, y tiendo a identificarme con algún personaje de cada libro que leo... creo que el único que se salva es el Silabario Hispano Americano, pero hasta ese peligraba de que me lo apropiara mentalmente].
En fin, volviendo a Noches Blancas, las descripciones son exquisitas, el desarrollo de esas 4 noches mágicas, dónde de pronto el mundo cobra sentido, y Nastenka lo salva de su soñadora soledad... sólo para arrojarlo nuevamente, y esta vez para siempre a la realidad de que está solo. Es uno de esos desdichados seres que no conocerán el amor, la compañía ni la felicidad ¿Por qué eres tan cruel Dostoyevski? Sufro cada vez que leo tu libro (y lo he leído ya varias veces)... rogando porque esta vez termine distinto, porque esta vez tu pluma decida no arrancarle las esperanzas al joven soñador. Y lo vuelves a hacer.
- 1984:
Es un libro apocalíptico/social/político ¡Y todo tiene tanto sentido! Él lo sabía, George Orwell sabía a lo que llegaría el mundo, nos lo advirtió y no lo oímos. Habló del Gran Hermano que sería (y es) internet [ok, no se si George Orwell sabía de esto, o es sólo mi acostumbrada paranoia]. Aquí me detengo para explicar algo: no puedo evitar leer este libro y sentirme algo (mucho muy) paranoica, y siento que me vigilan, y se que internet tiene que ver en esto... de hecho ahora que lo escribo y lo publico SE que ellos saben que lo se. Y la policía del pensamiento fue quien creo el "¿qué estás pensando?" de Facebook, para efectivamente saber qué pensamos. Y también creo al igual que Orwell que la destrucción actual del lenguaje, es lo que está destruyendo el pensamiento, y por ende a los seres pensantes. ¡Aaaaaah! ¡alguien sálvenme de mis propios pensamientos esquizoides!
(Ahora entiendo por qué a mi esposo no le gusta que vuelva a leer ese libro, cada vez que lo hago empiezo a hiperventilar)
- EL TÚNEL:
Este libro es otro de los que, según mi esposo, me pone taciturna y triste. ¡Pero es que no puedo evitarlo! Este libro se trata de la explicación de un asesino de porqué asesino. Y yo personalmente le encuentro toda la razón, María Iribarne merecía morir, una y mil veces.
Ella me pone de mal humor. La odio.
Y aquí la mala costumbre que tengo de sentir a través del personaje me juega una mala pasada, porque me desespero, sufro, me estreso, me enfurezco, y la odio con cada fibra de mi corazón. Ella no sólo veía la ventana del cuadro... ella era la ventana del cuadro. Bueno mi amor/odio por este libro es algo demasiado complejo de explicar, así que mejor dejaré una entrada en el blog más adelante sólo para El Túnel.
- VIENTO DEL ESTE, VIENTO DEL OESTE:
Hasta este libro, intuía que debió ser terrible nacer niña en China, pero con el libro no hay más duda. ¡Que terrible! ¡Cuánto sufrió Kwei-Lan! y ¡Que noble fue su esposo!
Este libro narra de forma sencilla, clara y maravillosa la vida que lleva Kwei-Lan (una china) nacida en una familia noble, a quien comprometieron en matrimonio con .... Ambos llevaron una vida muy distinta, ya que mientra ella sufría todas las penurias típicas de las niñas que preparan para ser una buena esposa, él decide romper todos los esquemas y se va a estudiar medicina en Occidente, y llega con una mirada diferente de lo que la vida debe ser. Partiendo por el hecho de que trata a Kwei como una igual, a no tocarla si ella no desea (ya que el matrimonio fue arreglado), etc. Y ella confundida no sabe qué hacer, y allí se cruzan el viento del Este lleno de tradiciones (dolorosas en muchos casos), con un viento del Oeste lleno de cambios, pero lleno de confusiones en el alma de una joven que fue criada para ser callada y sumisa.
Y es por esto que DEBÍA estar este libro en mi top 5.
Creo que de los que he comentado, es el único que he explicado realmente, pero es que este libro lo amerita.
Y finalmente, pero no menos importante: Un clásico de clásicos.
- ORGULLOS Y PREJUICIO:
Por favor lectoras, díganme quién no sueña con ser Elizabeth, y conocer un Sr. Darcy. Quién no sueña una historia de amor que trascienda todo orgullo y derribe todo prejuicio, un amor que ni la mismísima presumida y empolvada Lady Catherine de Bourg pueda derrumbar (vieja pomposa y presumida, la detesto).
Pero en fin, es uno de mis libros favoritos. Debo decir que la película también es buena, pero no hay como leer el libro.
Bueno, ustedes dirán: "para ser su libro favorito, bien poco dijo de él" pero déjenme decirles ¿Necesitan algo más? Pues si quieren saber más...
¡Léanlo miércale! y sabrán porque simplemente las palabras se hacen poco.
Y así termina mi desahogo por hoy. No se pierdan el próximo top 5 (top 10, o top 1, depende de lo que se me de la gana la próxima vez)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)